lunes

En la noche

En la noche no podía ser el mismo, mientras por el día prometía cambiar y no hacerlo más, la noche le perdía de nuevo, y como autómata iba marchando tras de ese mismo sueño, aturdido, trastornado, inevitablemente perdido caía de nuevo al abismo, buscando el mismo placer de aquel cuerpo infantil, definitivamente coronado de laureles, increíblemente más fuerte que las estrellas, profundamente más fuerte que su voluntad.

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