lunes

Una vida perfecta (cuento)

by Alphie
Subió al auto,  su familia lo esperaba en casa;  después de años de internamiento finalmente estaba curado y listo para regresar a su vida cotidiana. Atrás quedó ese terrible error del cual había sido blanco su padre ¡pobre de su padre!, tuvo suerte de no ser enviado a prisión en vez que al sanatorio.
Terminado el convivio de bienvenida cuando ya  todos dormían, salió al jardín aspirando el aire fresco de la madrugada, luego se tiró en el pasto a mirar las estrellas y las estrellas eran bocas desmesuradamente abiertas que le hablaban, sí, le hablaban.
Sé sintió extraño, ligero, flotante;  la cosa fue rápida, un impulso lo condujo a la cochera donde guardaban las herramientas, luego fue cuestión de asir el martillo y entrar a la casa. La madre ni siquiera sintió el golpe que fue seco y consistente; un hueco se abrió en el cráneo semejante a una alcancía rota, mientras el cuerpo temblaba con los estertores nerviosos de las lagartijas, entonces asestó el golpe final que terminó por expulsar los sesos; acto seguido se dirigió al cuarto de sus hermanos menores.
Al día siguiente ya estaba de nuevo recluido;  al llegar la noche no lograba dormir,  se sentía mal porque los mosquitos se colaban a la casa de la risa eterna y  a él, con la camisa de fuerza, le era imposible desaparecer la comezón;  con mirada bestial seguía el ir y venir de las alimañas desafiando la gravedad, mientras decía:

-Si no fuera por los mosquitos, mi vida… ¡mi vida sería perfecta!

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